mmoror@hotmail.es” name=”recipient” type=”hidden”/>http://diariodeunato.blogspot.com.es/” name=”redirect” type=”hidden”/> Tu nombre (obligatorio): Tu e-mail: (obligatorio) Tu mensaje: Gracias por tu e-mail

jueves, 20 de septiembre de 2012

¡Escucha, mi cuerpo habla!

El movimiento comienza con la vida.


Desde los primeros meses de gestación del individuo y el recorrido que realiza desde la etapa unicelular hasta llegar a ser un bebé intrauterino, todo lo acontecido en el útero y de ahí en adelante es lo que le guía y le hace aprender.

Es imprescindible que el ser humano tome conciencia de su propio cuerpo. Necesita conocer las posibilidades y limitaciones del cuerpo, comprobar su fuerza, su control y su capacidad para relajarlo. A su vez, saber manejar los elementos de espacio, tiempo y objetos para acoplarse a ellos desde el primer minuto.

La Psicomotricidad es fundamental y básica en el aprendizaje de los factores señalados.

Hay una parte de nosotros mismos que no es atendida en profundidad en muchas ocasiones y que merece especial atención y son las EMOCIONES.

El cuerpo es el medio de expresión más auténtico y más profundo.

La Psicomotricidad y la sala donde se lleva a cabo, son el profesional y el espacio en el cual son acogidas las inquietudes, deseos, frustraciones y agresividad...es decir, es donde se manifiesta el momento por el que estamos pasando: miedo, fantasía, esperanza, dificultad, conquista... Es un proceso de escucha sin juicios ni valoraciones; lo que permite investigar, descubrir, equivocarse y volver a empezar.

Los niños como el resto de nosotros, necesitan y tienen derecho a expresar lo que llevan dentro, es decir, aquello que les motive y seduce y también lo que les aburre, angustia y bloquea...y todo ésto lo hacen a través de las palabras, el cuerpo, los gestos y el movimiento. Por lo que para el desarrollo de sus competencias, es importante favorecer que tengan un ambiente donde poder moverse libremente.

La sala de Psicomotriciad es pues un espacio favorecedor para trabajar aspectos tan importantes como la coordinación, la lateralidad, la orientación espacio-temporal, los miedos, la autoestima, los bloqueos emocionales...

Nuestra intervención psicomotriz parte de la observación y escucha de los parámetros del niño como son: el gesto, la mirada, la voz, el lenguaje, la postura, el tono, el espacio, el equilibrio, el vínculo de apego y el diálogo tónico entre otros.

Estamos disponibles corporal y emocionalmente para atender y abordar las situaciones que se nos presentan, proporcionar los materiales adecuados e intervenir. Teniendo siempre en cuenta que el protagonista es el niño y el objetivo de la Psicomotricidad no es más que el desarrollo global del mismo y por lo tanto, su autonomía.







0 comentarios:

Publicar un comentario