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sábado, 12 de enero de 2013

Las personas NO somos desmontables

Todos conocemos al famoso juguete de la película Toy Story llamado "Señor Cara de Patata".


Cada una de las partes de este juguete son extraíbles, permitiendo un sin fin de combinaciones hasta llegar al punto en el que no se parece ni por asomo al original.

Este sencillo ejemplo no se aleja mucho de la realidad que, en ocasiones, seguimos viviendo, y que me gustaría y desearía que algún día desapareciese. Donde un EQUIPO de profesionales se reparte cada una de las piezas para hacer su labor.


Puede comprobarse que sin esas piezas, el muñeco; pero más importante, la PERSONA, deja de existir.

Con las personas no se juega: NO somos juguetes y NO somos desmontables.

Si nuestro objetivo es fomentar la autonomía y la independencia de las personas con las que tratamos no podemos hacer secciones y trabajar de manera aislada.

La persona es un TODO y hay que tenerlo presente desde el primer momento. Y no sólo me refiero al individuo; sino también al entorno que le rodea: amigos-familiares, trabajo, casa, hobbies, etc.

Pertenecer a un equipo no significa que cada uno elija su parte y se dedique a ella como si fuese independiente del resto; sino que cada profesional desde su conocimiento (puesto que para algo estamos formados) trabaje de manera conjunta; sin pisarse los unos a los otros, sino sumando, sólo así conseguiremos que la persona logre dichos objetivos y mejore su calidad de vida.

Juntemos cada una de las piezas que hemos separado y construyamos un equipo de verdad.

                                        

"No te lleves mis manos, puesto que las necesito para tocar el mundo; no te lleves mi trabajo porque es quien me ayuda día a día; no te lleves mi mente, puesto que es ella la que me guía por donde quiera que voy; no te lleves mis hobbies porque forman parte de mí; no te lleves mis piernas, sin ellas no podría llegar a mis sueños; no te lleves a las personas que me rodean porque son mi más sincero apoyo; no te lleves mi boca, a través de ella comparto cada sentimiento y cada día; no te lleves mi casa porque en ella he hecho mi vida; pero sobre todo, no te lleves mi corazón, porque sin él, no podría hacer nada de ésto"



8 comentarios:

  1. Magnifica entrada Señorita Moreno :) Ojalá todos fuéramos consciente de ello y lo pusiéramos en práctica, para sacar lo mejor del equipo multidisciplinar y de las personas con las que tratamos en el día a día.
    Un saludo.
    Blanca.

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  2. Precioso post, María. Compartimos la opinión en este tema, yo también soy partidaria de sumar en lugar de dividir para ganar todos, el primero el centro de nuestros actos terapéuticos: el paciente.

    Además lo has transmitido con una palabras emocionantes, guapa. No hay más remedio que menearlo por las redes, jeje.

    Un besote.

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  3. - Gracias por leer la entrada y comentar Blanca!

    Yo creo que cada vez somos más conscientes de ésto. Trabajar de manera conjunta, lo que se llama un "equipo interdisciplinar" no sólo aporta beneficios al paciente sino a los propios profesionales también.

    Un abrazo.

    - Gracias Paloma!

    La unión hace la fuerza. No nos cansaremos de repetir hasta la saciedad de la importancia de trabajar desde la humildad por el bien del paciente. Juntos somos más, no menos.

    Un abrazo grande.


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  4. Hola María:

    Me gusta mucho el enfoque que le has dado, ya que a los profesionales que trabajamos con personas con discapacidad no se nos puede olvidar que nuestro trabajo ha de ser INTERDISCIPLINAR. Lo fácil puede parecer ir cada uno por su lado, pero cuando se trabaja realmente de forma conjunta, los resultados siempre son mejores para todas las áreas, puesto que, como bien dices, la persona no puede disgregarse en partes. Y entonces, ya no puedes trabajar de otra manera.

    De hecho, todos los profesionales que trabajamos con neurorrehabilitación deberíamos tenerlo en cuenta y ponernos esa imagen del potato desmontado para no olvidarnos de que así NO debe ser. Y no por ello incurrimos en ser intrusistas, sobre todo si trabajamos por objetivos comunes consensuados con el paciente y su familia. Muchas veces, la adherencia al tratamiento disminuye por este hecho de disgregar al paciente en partes, ya que tanto para él como para sus familiares puede resultar más complicado entender para qué trabaja y poder seguir las pautas en casa si previamente no están consensuadas entre el equipo y el propio paciente.

    Así que, enhorabuena y gracias por el recordatorio :)

    Un abrazo.

    Maribel.

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  5. Hola Maribel!

    Gracias a tí por comentar algo tan positivo; te lo agradezco mucho.

    Teniendo un equipo consolidado, formado y de calidad conseguiremos llegar más lejos.

    Un abrazo!

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  6. Hola María:
    Un post imprescindible y que no se nos debe olvidar nunca a los que trabajamos en discapacidad. Tal y como dices, la persona y su entorno tienen, además de una enfermedad, otras muchas "características" que deben ser tenidas muy en cuenta para (entre todos) lograr que se desenvuelva lo mejor posible en su día a día y así pueda aumentar su calidad de vida y la de los que lo acompañan. Totalmente de acuerdo con Maribel, que ha resaltado que los objetivos sean comunes para todo el equipo y consensuados con el paciente y la familia; a partir de ahí, el abordaje de cada profesional, pero nunca de forma independiente, sino conjuntamente.
    Un saludo.

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  7. Hola Ana:

    Gracias por pasarte y comentar.

    Si nuestro objetivo verdaderamente es mejorar la calidad de vida del paciente y sus familiares, sólo trabajando en equipo, el cual no sólo está formado por un grupo de profesionales cualificado y siguiendo la misma línea sino donde están implicados, también, de manera directa el paciente y todo lo que le rodea.

    Saludos!

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  8. Las personas no se pueden desmontar,aunque el.dia de mañana,con lo que avanza la ciencia,quiza se puedan desmontar y arreglar las personas con.cualquier anomalia

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